El Faro de Colonia del Sacramento no solo es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad, sino que también comprende una gran historia que vale la pena conocerla.
En los inicios de la ciudad y cuando era disputada por portugueses y españoles, las batallas navales en el Río de la Plata eran generalmente frente a sus costas.
Este río si bien parece calmo a simple vista, durante grandes tormentas se convierte en una zona muy peligrosa y que puede llevar a el naufragio de muchas embarcaciones. Más allá de lo peligroso que se pone cuando hay tormentas, el principal inconveniente que había en aquellas épocas era la ubicación de la costa durante la noche en las que no había luna que ilumine. Las embarcaciones solían perderse y estrellarse contra rocas, produciendo gran cantidad de naufragios por la zona costera.
Por ello los habitantes de la ciudad comenzaron a moverse y proclamarse para la construcción de lo que hoy en día es uno de los clásicos de Colonia Uruguay en el año 1855. Dos años más tarde el Faro de Colonia del Sacramento era una realidad y podía iluminar a una gran distancia con el fin de conducir a las embarcaciones a buen puerto.
El lugar elegido tenía que ser una zona cerca del mar y algo elevada en la ciudad. Se decidió ubicarlo sobre las ruinas de unas de las torres del convento San Francisco Xavier, en lo que ahora es el barrio histórico de Colonia. La gran potencia de luminosidad del faro permite alumbrar a muchos kilómetros el Río de la Plata y conducir a embarcaciones que se encuentren navegando a poca distancia de la costa, como a los que vienen desde otras ciudades.
El Faro de Colonia del Sacramento por su gran altura es uno de los miradores preferidos de la ciudad.
No solo se pueden apreciar todos los lugares históricos de la ciudad, sino que también podemos llegar a ver las playas. Si esperamos a la tarde para visitarlo, quizá podremos contemplar el maravilloso atardecer sobre el horizonte desde esta muy buena altura. Cabe destacar que el faro se encuentra abierto durante el día y son cientos de escalones, por lo cual es recomendable hacerlo si puedes con estos esfuerzos.
Una de las cosas que fue evolucionando para mejorar el Faro fue la energía que utiliza para iluminar el mar. Esta comenzó siendo con enormes lámparas de queroseno, luego se pasó a utilizar has acetileno y por último electricidad. Ya en 1997 y a 140 años de su inauguración, el Faro de Colonia comenzó a utilizar paneles solares como modo de energía propia.
Si estas recorriendo la ciudad de Colonia y no le tienes miedo a las alturas, te recomendamos que subas y puedas apreciar las hermosas vistas en lo más alto de este histórico Faro.
