Por su valor histórico y cultural, sus nostálgicos paisajes y la calidez de su gente, la ciudad de Colonia del Sacramento se ha convertido en uno de los destinos más visitados de todo el Uruguay.
En respuesta a esta exigente demanda turística, múltiples inversiones se han hecho en esta estratégica y pintoresca ciudad del oeste uruguayo para lograr brindarle al turista una gran gama de posibilidades en términos de alojamiento, productos y servicios, especialmente a nivel gastronómico.
Tal es así que numerosos restaurantes de cocina internacional y tradicionales parrilladas uruguayas decoran alegremente las calles de adoquines de Colonia, cargando el aire con las exquisitas fragancias de algunos de los platillos que mejor protagonizan las maravillas culinarias locales, como la carne asada, una buena pesca del día o las pastas frescas.
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Es que pasar por el poniente uruguayo y quedarse sin probar los platos típicos de Colonia del Sacramento es quedarse sin realmente conocer lo que es la comida del Uruguay. Para aprovechar al máximo esta experiencia sensorial, es altamente recomendable sugerir algún consejo al personal del restaurante, cálido y servicial, para realizar la elección correcta en el menú.
Aunque, de todas maneras, desde ya advertimos que hay ciertos platos que cada quien necesariamente debe probar, como es el caso del asado, carne vacuna asada a la parrilla que no encontrará mejor compañía que un buen vino uruguayo.
Otro de los platos muy recomendables son los pescados de agua dulce, que los podemos encontrar tanto asados a la parrilla o bien cocidos a la plancha, con hierbas aromáticas y algunas especias. En lo que a bebidas respecta, además de quesos y dulces, Colonia del Sacramento es tierra de vinos y aquí se puede disfrutar de finos vinos nacionales de calidad elevada, así como también cervezas artesanales para los paladares más atrevidos y exigentes.
Los restaurantes de mayor reconocimiento y renombre de la región se encuentran en el barrio histórico, donde la atmósfera y los paisajes hacen la diferencia. Más específicamente, sobre la rambla, el Paseo de San Gabriel y la Plaza de Armas, en las inmediaciones de la Basílica del Santísimo Sacramento.
Por supuesto, como es de esperarse, allí los precios pueden ser considerablemente más elevados en comparación con otros puntos de la ciudad, pero el dinero mejor invertido es el que se utiliza en las experiencias y, sin dudas, estas son de las que muy pocas personas se arrepienten.
Quienes quieran adentrarse aún más en las calles de Colonia del Sacramento igualmente podrán encontrar otras diversas propuestas gastronómicas, más amigables con la economía y con una magia diferente.
El momento clave para sentarse a disfrutar de un buen platillo en un restaurante de Colonia del Sacramento es el ocaso, cuando cada punto de la ciudad profundiza su dimensión y nos invita a un viaje extrasensorial, noctámbulo, casi onírico.
La brisa marina recorre suavemente las calles de piedra, los faroles se encienden en cada esquina y dejan ver otra ciudad que, como varada en el tiempo, resplandece bajo las tenues y cálidas luces de tonos ámbar y miel.
Cerca de la madrugada, la noche vuelve a metamorfosear cuando los pubs y boliches nocturnos empiezan a hacer sonar su música, atrayendo gran cantidad de turistas en busca de alguna copa y algo de diversión. En temporada alta, la gran mayoría de los centros recreativos nocturnos y restaurantes de Colonia invitan diferentes propuestas artísticas, brindando la posibilidad de disfrutar de un espectáculo en vivo, música y poesía.
Todos estos aspectos hacen del momento gastronómico un todo completo y singular que eleva los restaurantes de Colonia del Sacramento a un debe que nadie debería quedarse sin experimentar.